La Danza de los Diablos es una
tradición que tiene sus raíces en el intercambio cultural y social de las
poblaciones africanas que llegaron a México a través del comercio de esclavos
durante la época colonial. Los esclavos realizaban esta danza como un ritual
dedicado al dios africano Ruja para pedir ser liberados del yugo español. Con
el tiempo, esta ceremonia se fusionó con la cultura católica y se convirtió en
una tradición importante en la región de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca,
especialmente en Cuajinicuilapa, que es un Sitio de Memoria de la Esclavitud de
las Poblaciones Afrodescendientes.
La Danza de los Diablos, también
conocida como Juego de los Diablos, se ejecuta principalmente durante la
celebración del Día de Muertos, aunque también se puede ver en los días de San
Nicolás y el día de la virgen de Guadalupe. Los participantes llevan máscaras
con barbas y flecos hechos de crines y colas de caballo y ropa de harapo. El
grupo está compuesto por alrededor de 12 personas y es encabezado por el "Diablo
Mayor" o "Tenango", que representa al capataz o patrón, y la
"Minga" o "Bruja", que es personificada por un hombre que
viste ropa considerada femenina mientras carga un muñeco.
La Danza de los Diablos se cree
que representa a los espíritus de los muertos que regresan para visitar a sus
familias y altares, o como intermediarios entre la vida y la muerte para
proteger a los vivos de los muertos que visitan en otros días que no sean el
Día de Muertos. El grupo de danzantes es acompañado por tres músicos que tocan
la charrasca, el bote, el violín y la armónica. La música es conocida como
"la chilena", un género que resultó de la mezcla de la música traída
por marineros chilenos en el siglo XIX y las tradiciones afrodescendientes.
Actualmente, la música se nutre de influencias de ritmos, armonías y estilos de
otras regiones de México y comunidades indígenas.
Otra expresión cultural
representativa de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, resultado del
intercambio cultural de las poblaciones africanas, es el son o fandango de
artesa. Este baile se realiza sobre una pieza de madera tallada en forma de
animal y se acompaña con violín, jarana, guitarra y cajón. Se cree que esta
tradición proviene de Senegambia, región en África de donde se trajeron
africanos durante los primeros años de la conquista.
Además de la Danza de los Diablos
y el son o fandango de artesa, hay muchas otras expresiones culturales que
reflejan la participación e influencia de las poblaciones afrodescendientes en
México. Desde la gastronomía hasta la medicina tradicional, los vocablos y los
diversos saberes y formas de entender el mundo, estas tradiciones
espectaculares y otros aspectos de la cultura afrodescendiente son importantes
para visibilizar la contribución de las personas de ascendencia africana a la
riqueza cultural y social de México.
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